LA MUJER: TAMBIÉN PUEDE HACER DE ESE LUGAR, UN LUGAR SEGURO


Durante muchos años se ha visto como de manera cultural, se encasillan los roles para hombres y mujeres, teniendo la percepción de que ciertas actividades son mejores desarrolladas por un género que por otro. A través de la historia por ejemplo, en sociedades de caza, el hombre traía la carne y la mujer recolectaba. Su rol en el trabajo estuvo siempre ligado a labores agrícolas y domésticas, solo hasta el siglo XIX con la industrialización, hubo una oleada de mujeres en las fábricas con trabajos operativos.


Conforme había más flujo de información, también crecía el interés de las mujeres de hacer parte de un mundo igualitario en el ámbito laboral y que hasta el día de hoy continúa. Solo para ejemplificar, en 2020, de acuerdo al diario la República[1],  Estados Unidos tenía un 20% de representación femenina en la Cámara de Representantes, y Colombia solo un 19,7% de representación femenina en el Congreso. En el sector privado, en el país hay un 33,5 % de mujeres en cargos gerenciales o directivos, por encima del promedio mundial; que es 29% según la misma fuente. Además, una cifra muy interesante es que de acuerdo al diario EL Tiempo, las mujeres tenemos en Colombia un 46% de representación en cargos de nivel directivo en la rama ejecutiva[2].


En Seguridad y vigilancia privada, ha prevalecido el rol del hombre por considerarse un trabajo de riesgo, donde la disuasión se genera por lo rudo que luzca el guarda y la capacidad de reacción ante un evento inseguro. Sin embargo, se viene abriendo campo a la mujer quien ha demostrado tener las capacidades para desempeñarse en el cargo. Adicionalmente, el servicio brindado por las compañías de Seguridad privada sobrepasa la función de vigilancia y alcanza funciones de planeación, orientación, verificación, servicio al cliente y asistencia, aptitudes mejor evidenciadas en mujeres que en hombres sin desconocer su excelente trabajo en la prevención y reacción ante novedades tal cual lo realiza el hombre.


De acuerdo a Rosa López, Personal Trainer & Fitness Coach, si hay unas diferencias morfológicas, hormonales y de estructura muscular entre hombres y mujeres concluyendo que  “El hombre es un 30% más fuerte que la mujer, y en cuanto a la elasticidad, esta es hasta un 10% mayor en las mujeres, al igual que la movilidad articular.  En este orden de ideas, prevalecería la idea de que es mejor un vigilante hombre que una mujer.  Pero… no lo es necesariamente.





Cualquiera que quiera desempeñarse en un rol específico en su vida profesional, debería ser evaluado particularmente para determinar si cumple con las aptitudes pero sin estereotipos de género u otro tipo, sino basados en su formación, desempeño y en la necesidad del trabajo.  Me recuerda la historia de Gunjan  Xaxena, oficial de la fuerza aérea y expiloto de helicóptero,  que durante la guerra de kargil,  fue la primera mujer piloto india en servir en combate, pero además mostró un desempeño superior al de sus compañeros hombres durante su formación, un oficio que ante los ojos del mundo es “masculino”.


No se puede negar que para ciertas actividades, hay aptitudes y un desempeño requerido, igual que para un cargo directivo se requiere cierto nivel de estudios y experiencia. Pero si tanto un hombre como una mujer cumplen ambos, el género no debería incidir en la decisión.


Es cada vez más gratificante evidenciar como la mujer se abre paso en este sector, y más orgullosos nos hace saber que no solo desempeñan un excelente trabajo en nuestra compañía, sino también en sus hogares donde la mayoría son cabeza de familia. Con agrado recibimos solicitudes de nuestros clientes para que el servicio lo presten tanto hombres como mujeres sin distinción. Esto nos demuestra que hemos avanzado mucho, nuestro progreso no ha sido solo en operaciones, pues hoy en nuestra compañía, los tres cargos directivos más influyentes son ejercidos por mujeres. 


 

¿Qué otros elementos han influido para reconocer a la mujer como factor importante en la Vigilancia Privada?

 Además de contar con las habilidades físicas, trabajamos en la prevención, somos buenas negociadoras y somos buenas interviniendo en el manejo de conflictos y en su rápida solución; nos gusta la planeación y corregimos sobre la marcha porque somos detallistas. Y ¿en qué se resume un servicio de vigilancia valorado excelentemente por el cliente?  En Acciones Preventivas + servicio y acompañamiento permanente + capacidad de respuesta. Entonces no es solo contar con “el grandulón” en la puerta. Con esto no quiero insinuar que un hombre no pueda tener estas características ni tampoco que una mujer no pueda ser fuerte. Pero considero que una persona con una apariencia fuerte, no nos sirve de nada si no trabaja en equipo, no es orientada al servicio y no se comunica eficientemente. Este requisito lo puede cumplir tanto un hombre como una mujer, porque LA MUJER: TAMBIÉN PUEDE HACER DE ESE LUGAR, UN LUGAR SEGURO.


[1]El 33,5% de los puestos gerenciales o directivos en Colombia son ocupados por mujeres. 2020. https://www.larepublica.co/empresas/el-335-de-los-puestos-gerenciales-o-directivos-en-colombia-son-ocupados-por-mujeres-3048562

[2] (1)     Las mujeres ocupan el 45 % de cargos de poder decisorio del país. El tiempo. 2020. https://www.eltiempo.com/politica/gobierno/las-mujeres-ocupan-el-45-de-los-cargos-de-poder-decisorio-en-el-pais-en-2020-564143

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AUTOR: STEPHANIE SUÁREZ

Directora Comercial en VC Seguridad, Administradora de Negocios, Especialista en Marketing y Magíster en Administración