EL RETO DE LAS EMPRESAS DE VIGILANCIA Y SEGURIDAD PRIVADA

En su  búsqueda por la competitividad

La competitividad es entendida como la capacidad de una empresa para desarrollar su objeto social de forma eficiente, esa ¨Eficiencia¨ es entendida desde varios puntos de vista, uno de ellos es la rentabilidad basada en menos costos de producción manteniendo o mejorando la calidad; en otras palabras, más productividad, otra es basada en las ventajas competitivas de una empresa que no necesariamente tengan que ver con su proceso productivo sino que puede aludir aspectos de innovación, la formación del vigilante como ser humano con habilidades especiales para interactuar de la mejor forma con su entorno, servicio al cliente y experiencia.


El sector de la Seguridad Privada tiene una particularidad y es que una de las P del marketing es regulada por la Superintendencia de Vigilancia y Seguridad Privada, el precio se ajusta a un régimen anual de tarifas suministradas por esta entidad. Esto quiere decir, que todas las empresas de Vigilancia y Seguridad privada tienen la misma tarifa base, pero además el mismo intervalo de porcentaje que pueden cobrar por concepto de administración y supervisión. Es relevante mencionar también, que hay un grupo importante de prestadores de este servicio con un beneficio que repercute directamente en la tarifa y son las Cooperativas de Vigilancia y Seguridad Privada, quienes tienen un descuento en la misma.  En este sentido, una empresa privada entra en desventaja inmediata frente a una cooperativa cuando hablamos del precio en el mercado. Pero además, no es permitido realizar descuentos así la empresa estuviese en capacidad de hacerlo,  por lo que las estrategias comerciales basadas en números se ven limitadas en esta actividad. 


Si este aspecto particular del marketing que es tan importante en el mercado tiene esa limitación, ¿en  que deben enfocarse las empresas de vigilancia y seguridad privada para ser más competitivas? Sam Walton, el creador de Walmart define competitividad como la capacidad de los empresarios de generar rentabilidad asociada a la capacidad de tener supervivencia. ¿Cómo sobrevivimos entonces en un entorno competitivo donde uno de los aspectos más básicos y eficientes en una estrategia de marketing no puede ser modificado para poner en marcha una estrategia comercial? 


Nos quedan dos factores que pueden generar un diferencial en la prestación del servicio: El primero es la formación de los colaboradores, y aquí hay un reto importante, pues si bien el nivel de educación de los vigilantes no requiere más que ser bachiller y la realización de un par de cursos en vigilancia y manejo de armas, la capacitación de los mismos en la búsqueda de los objetivos organizacionales puede lograr la diferencia. La prestación del servicio es un proceso misional, y me atrevería a decir que el proceso más importante para una empresa de estas, pues el vigilante es la cara visible de la organización, cualquier juicio de valor recae sobre lo bien o mal que este desempeñe su trabajo. 

Por años, esta profesión se ha subvalorado, hoy en tiempos de pandemia, ha cobrado su importancia en el manejo de los protocolos para el funcionamiento de las empresas y residencias. Las palabras, orientación, información, control de ingresos, rondas, pueden sonar básicas, pero la diferencia en su ejecución dependerá de una persona competente, responsable, honesta, con vocación de servicio y sentido de pertenencia. 


El segundo factor es la innovación y como la tecnología toma importancia en la protección de personas e inmuebles, este no desplaza el recurso humano, una excelente gestión del recurso humano en el uso de herramientas tecnológicas es la dualidad por excelencia.  En los últimos años venimos hablando de Ciudades Inteligentes “ Smart Cities” aquellas que desarrollan sistemas basados en la sostenibilidad y en el uso de la tecnología, la seguridad desempeña un papel muy importante en las construcción de estos conglomerados urbanos, en la medida en la que se implementen dichos sistemas que por lo general están relacionados con el desarrollo tecnológico en el uso de TICS (tecnologías de la información y la comunicación), en construcción, en servicios públicos, y en  transporte. Cobra fuerza entonces los lectores biométricos, cámaras de reconocimiento facial, controles de acceso, protección de datos, sistemas de georeferenciación, drones y app de seguridad. Hoy por ejemplo, con la aparición de la pandemia Covid 19, se vienen probando e implementando diferentes medios tecnológicos en la lucha contra esta enfermedad, es el caso de las cámaras térmicas que identifican la temperatura de una persona o el reconocimiento facial con o sin tapabocas. 


El reto entonces para “sobrevivir” o ser competitivo en la prestación de servicios de Vigilancia y Seguridad Privada, tiene su fundamento en un mejoramiento continuo de los procesos: formación constante del vigilante como ser humano confiable, competente y eficiente que repercuta en una experiencia excelente de servicio al cliente y en la innovación constante en el uso de la tecnología. 





Stephanie Suárez Zuluaga

Directora Comercial - VC Seguridad